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PARPADEOS

El Comisario PETRIE es Daniel Freire

El Comisario PETRIE es Daniel Freire LAUTARO PETRIE

Desde la muerte de su mujer, Cristina Casalli, hace dos años, Lautaro ya no es el mismo. Es cierto que cuando se casó tampoco lo hizo enamorado, tenia 20 años y mucha presión familiar pero Cristina era un encanto y se lo puso tan fácil, se convirtió en su única amiga y confidente. Le aportaba el equilibrio suficiente para soportar una vida que le angustia y un entorno que le resulta hostil y desagradable.

 

A sus 43 años Lautaro aún no tiene claro que hace aquí, por la estricta educación familiar de una madre de origen francés, con mucho carácter, religiosa y domínate, se mantiene a flote gracias a esa antigua educación sobre la responsabilidad.

 

Petrie es cultivado y sensible, lee, aprecia la pintura, sobre todo la francesa, pero es un hombre solitario, un misántropo, no disfruta con la comida, bebe únicamente porque eso le hace romper sus tabús, pero a la vuelta los recuerdos de la noche anterior le hacen sentirse como un monstruo.

 

Al romperse su equilibrio domestico Lautaro se ha vuelto hostil a las mujeres, las utiliza casi por venganza, sus sentimientos con ellas son ambiguos y culpables.

 

Utiliza unas gafas oscuras como mascara, para que nadie descubra su interior, las miradas directas le ofenden y le molestan.

 

Petrie no es un policía vocacional, las cosas que tiene que ver en su oficio le molestan y le saturan. Tiene que lidiar con compañeros brutos y poco inteligentes a los que desprecia. Sabe que observan su sensibilidad y puede llegar a pensar que en sus conversaciones se burlan de él.

 

La relación con el forense Soria es de las pocas cosas que aguanta, se trata de un europeo culto e inteligente, que le conoce y con el que no disimula, en ocasiones a consultado con él temas personales y de salud. Le impresiona la relación que Soria tiene con la muerte, a Petrie le asusta, es uno de sus grandes miedos y desde lo de Cristina, la vio tan cercana que el pánico aumentó.

 

Palacios es un zote, pero buena persona y no es bruto. Petrie siente que a veces le trata como una madre, le cuida y respeta sus estados de ánimo, aunque otras se desespera porque hacerse entender por él es complicado.

 

Al comienzo, en la relación con el niño de las visones y su madre, Petrie mantiene su habitual comportamiento de desprecio.

El primero es un encuentro casual.

Después de lo de la nena Luana, Petrie vuelca su horror y su desprecio en el muchacho y en la madre, aunque trata de no exhibirlo.

A medida que las situaciones avanzan, por la influencia de los argumentos de Soria y sobre todo por el caso del Corralón de Caballos, en el que el muchacho evitó que muriera un bebe, Petrie cambia el sentido de su mirada. Empieza a ver a Mateo como un chico diferente y se identifica con esa diferencia. También ve como su madre admite con naturalidad el problema de su hijo. ¡Como le hubiera gustado tener una madre como Estela!

 

Petrie empieza a encontrarse pero los acontecimientos que se suceden son demasiado fuertes y están a punto de quebrarlo.

 

Al final Petrie tiene algo claro, aunque le siga doliendo y molestando plantar cara a la vida, alguien tiene que intentar cambiar las cosas.



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2 comentarios

Argentina -

Bonito el comisario

lukia -

estoy deseando ver la pelicula y por supuesto a mi admirado daniel freire, al que cada día admiro y me gusta más-