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PARPADEOS

EL NIÑO DE BARRO

EL NIÑO DE BARRO EN BOEDO

EL NIÑO DE BARRO EN BOEDO

El miércoles 8 de septiembre a las 20hs tendrá lugar la proyección “El niño de barro” de Jorge Algora, en el CC La Imaginería/ INCAA. Treinta y Tres Orientales 1150.

El acto se inscribe dentro de la “Semana Boedo”, que tiene lugar en el emblemático barrio de la Capital Argentina.

La historia esta basada en los asesinatos que el legendario criminal el  “Petiso orejudo”, llevó a cabo a principios del siglo XX y que frecuentara el barrio de Boedo.

http://utpba.org/2010/09/se-desarrollara-la-%E2%80%9Csemana-de-boedo%E2%80%9D/

“O NENO DE BARRO” EN LA TELEVISIÓN DE GALICIA

“O NENO DE BARRO” EN LA TELEVISIÓN DE GALICIA

El martes 23 de marzo a las 23:30h la Televisión de Galicia estrena “O neno de barro”, dentro de su ventana de “Cine Galego”.

 

La película de Jorge Algora recibió 9 “Mestre Mateo” (Premios de la Academia Galega do Audiovisual), en 2008, entre ellos el de mejor película, mejor dirección y mejor guión.

 

La cinta está inspirada en unos tragicos sucesos que tuvieron lugar en el Buenos Aires de 1912:  Una serie asesinatos se propaga por la ciudad. Mateo, un niño de 10 años, oculta que en sus pesadillas es testigo de los crímenes, pero la policía lo descubre y Mateo se convierte en el principal sospechoso.

 

Maribel Verdú, Daniel Freire, Abel Ayala, Juan Ciancio y Chete Lera son los protagonistas de esta pelicula que tambien obtuvo el Premio del Festival de Viña del Mar en Chile, el Premio Sant Jordi de Cataluña, el Premio Augusta del Festival Bragacine de Portugal, el Premio del Festival Europeo de Castilla la Mancha y participó en más 30 festivales de todo el mundo.

 

“O neno de barro” es una coproducción de Adivina, Castelao, Iroko, Televisión de Galicia y Patagonik.

 

CRITICAS

 

ESPAÑA

LA VANGUARDIA

“Filme pulcro, exquisitamente ambientado y conducido con pulso firme”

J. B. C.

ABC

“Un falso culpable sirve de hilo visionario para llegar hasta la guarida de la bestia, algo que le imprime una insólita potencia narrativa”

Javier Cortijo

LA OPINIÓN

Jorge Algora sale airoso al trasladar a la pantalla esta truculenta historia, y demuestra un dominio del ritmo narrativo y del suspense sorprendente.

Antonio Boñar

 

ARGENTINA

AMBITO FINANCIERO.

El balance de «El niño de barro», es positivo, por su factura, por la inteligencia con que arma el relato, y la luz que echa sobre el tema siempre actual del trato a los niños. Vale la pena.

Paraná Sendrós.

LA NACION

Esta coproducción argentino-española tiene una interesante apuesta estética que amplifica la veta melancólica con que se recuperan aquellos sucesos, una cuidada reconstrucción de época y una riesgosa apuesta por construir, a través del suspenso y del misterio, un complejo enigma, que incluye desde una fuerte impronta onírica hasta un sorprendente cambio de punto de vista.

Diego Batlle

PAGINA12

Algora acierta al inclinarse por la ficción antes que por la exactitud documental, atando la mirada del espectador a las pesadillas del único sobreviviente. Y aprovecha los detalles no para estigmatizarlo, sino para mostrar que el victimario, en tanto niño, ha sido primero víctima

Juan Pablo Cinelli.

 

VARIETY HOLLYWOOD

Una potente de historia de misterio y pederastia, cuyos excesos temáticos son frenados por un tratamiento inteligente y una atmósfera bien lograda.

 

La película “El niño de barro” une a México DF, con Jacksonville (EEUU) y con Sanxenxo.

La película “El niño de barro” une  a México DF, con Jacksonville (EEUU) y con Sanxenxo.

La cinta coproducida por Adivina y dirigida por Jorge Algora ha sido seleccionada para participar en la Semana Internacional de Cine de la ciudad de México, junto a otras cintas procedentes de 30 países, el evento tendrá lugar del 17 al 26 de octubre. España estará representada además  de por "El niño de barro", de Jorge Algora; por los largometrajes de ficción "Caótica Ana", de Julio Medem;  "Clandestinos" de Antonio Hens; "Barcelona, un mapa", de Ventura Pons; "Los Cronocrímenes", de Nacho Vigalondo; "Electroshock", de Juan Carlos Claver, y "Concursante" de Rodrigo Cortés.

 

El Festival de Cine Latino de Jacksonville – ¡VIVA CINEMA! Que se celebra en el estado de Florida del 14 al 16 de noviembre y está dirigido por Jesse Rodríguez  ha seleccionado también “El niño de barro” al que califica de sorprendente. Uno de los principales objetivos del festival, en el que participó en la pasada edición la película “Azul oscuro, casi negro” de Daniel Sánchez Arévalo, es fomentar la distribución de cine latino en los EEUU.  

 

Por su parte el Festival de Cortometrajes de Sanxenxo a decidido conceder el premio honorífico a la “Mellor producción galega 2008” a “El niño de barro” por sus valores artísticos y de producción. El acto de entrega de premios tendrá lugar el 22 de noviembre.

HAY MALES QUE DURAN MÁS DE 100 AÑOS

HAY MALES QUE DURAN MÁS DE 100 AÑOS

En estos días podéis ver en los cines la película “El niño de barro” protagonizada por Maribel Verdú y el niño Juan Ciancio, en ella además de pasar 100 minutos pegados a las butacas, porque se trata de una película de suspense, encontrareis alguno de los motivos por los que un adolescente se puede convertir en asesino.  

A comienzos del siglo XX, Buenos Aires era uno de los principales focos de atracción de emigrantes. La psiquiatría y la criminología estaban aún en pañales. La policía se guiaba por el método de Lombroso, que defendía que las conductas criminales se adquirían con los años y se manifestaban en especiales características físicas, por eso cuando Cayetano Santos Godino, un chaval de 10 años comenzó a agredir a otros niños, pilló a la policía despistada y aunque fuera sorprendido in fraganti, no sabían que hacer con él y lo devolvían a las calles.  

Detuvieron a Cayetano con 16 años. Había matado ya a cuatro niños y lo había intentado con otros siete, además había incendiado edificios y torturado animales...  Su confesión conmovió a toda la sociedad y como pasó el resto de su vida en la cárcel, murió con 42 años, lo convirtieron en una especie de animal de laboratorio. Fue sometido a las primeras operaciones de cirugía estética, para corregir el tamaño de sus orejas, que le habían dado el sobrenombre de “Petiso orejudo” pensando que en esa desproporción residía su instinto asesino y fue interrogado por numerosos equipos de psicoanalistas y forenses. Por todo ello es el niño asesino en serie más documentado de la historia.  

Pero “El niño de barro” no es un “biopic” del niño asesino, esta justificación lleva al director a construir un relato sobre la impotencia que generan los comportamientos humanos miserables, por eso  aparece la figura de la explotación sexual y laboral de los menores, la del maltrato a las mujeres, la de la intriga manipuladora que es capaz de conducir a las masas a la venganza ciega, la de los poderes corruptos, la de la sociedad pasiva... Por eso el final de la película tiene el efecto catártico de las tragedias griegas.  

En aquella época los niños se criaban en la calle, las familias emigrantes estaban desmembradas y el único apoyo para los padres trabajadores eran sus vecinos.

La era industrial estaba en plena expansión, comenzaba a llegar la luz a los barrios acomodados, se construían las grandes líneas para el ferrocarril, en algunos hogares ya se veían las primeras maquinas de coser, y por aquel entonces Kodak regaló 50 mil cámaras fotográficas con el eslogan “Hacer fotografías es cosa de niños”. También en 1912 se hundió el Titanic, demostrando la fragilidad de aquellos importantes logros.  

En los años 30 Fritz Lang en su “M el Vampiro de Düsseldorf”, una de las primeras películas sobre asesinos de niños, concluía con una sobrecogedora imagen de las madres, en duelo, diciendo, “no dejéis a los niños solos en la calle” es posible que la sociedad tomara  en cuenta aquel angustioso llamado, porque en los países desarrollados, hoy en día, se ven pocos niños jugando en las calles, lo malo es que la mayoría están solos en sus casas o frente a las pantallas de ordenadores, playstations o televisores y en el resto del mundo basta con ojear el último informe de la ONU sobre la infancia para estremecerse con el dato de que 30 millones de niños/as están siendo explotados sexualmente.  

De cualquier forma “El niño de barro no es una película con moralina, es un mazazo en las conciencias, desesperado y sin concesiones, es un grito, amplificado como película de genero, con un mensaje de fondo que actualiza el de la película del “Vampiro”: Solo debemos tener miedo de los niños a los que no hemos protegido.

SINOPSIS

SINOPSIS

Inspirada en hechos reales.

Buenos Aires, 1912.  Una serie de brutales asesinatos a menores se propaga por la ciudad. Mateo (Juan Ciancio), un niño de 10 años, esconde un secreto: a veces su mente le conduce a un oscuro lugar de la memoria en donde es testigo de los asesinatos. Al descubrirse su secreto muchos creerán que es el asesino.  Estela, su madre (Maribel Verdú), con el apoyo del forense de la policía, el Dr. Soria (Chete Lera), tratan de encontrar una explicación racional a las visiones y así minar el escepticismo del Comisario Petrie (Daniel Freire).Pero los asesinatos siguen ocurriendo….Y el caos termina por adueñarse de la situación.

EL ARTE DE LA PELICULA

EL ARTE DE LA PELICULA

Me encontré por primera vez con Mariela Pípodas, mi Directora de Arte, en el Hotel Presidente de Buenos Aires, ella estaba en mitad de un rodaje, en un pueblecito muy lejos, le habían hecho llegar el guión de “El niño de barro”, y el primer fin de semana se cogió un autobús y vino a verme.

Estaba agotada pero su expresión resplandecía, inicialmente pensé que era por el interés que le había despertado la lectura del guión, meses más tarde, durante las duras sesiones de rodaje, pude comprobar que mantenía esa misma expresión. Mariela  y todo su equipo de colaboradores, son de esa gente especial, con la que te puedes embarcar en el proyecto más complejo y te lo van a poner tan fácil que siempre vas a disfrutar.

Yo pretendí a Mariela por el “Polaquito” al igual que a Abel Ayala y a Roly Serrano, esa película es una de mis debilidades confesables. Ahora, viendo en la imagen las calles, los conventillos, la calesita, la morgue, el Margot... todos y cada uno de los decorados, quedo admirado de mi puntería.

La película es ocre y verde, respira humedad y desesperación, esta llena de barro y de ilusiones rotas. Toda ella, desde los pequeños detalles, a los grandes planos generales, trasmite coherencia y emoción. Que bueno haberla conocido.

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UNA LETRA PARA LA CANCION

UNA LETRA PARA LA CANCION

Siempre hay gente en las sombras

con intenciones negras.

Siempre hay niños con miedo

durmiendo en las aceras.

Ni dios se baja al barro

por no manchar las suelas,

y la inocencia muere

sin tiempo de perderla.

No aprendemos del tiempo,

ni de la vida ajena,

solo sentimos algo

cuando nos toca cerca,

las lagrimas del mundo

no nos mojan a penas,

que felices que somos

torciendo la cabeza.

 

El silencio del débil

el fuerte lo aprovecha.

Todos somos culpables

de lo que pasa afuera,

todos tenemos algo

pendiente en la conciencia.

Si no cambiamos pronto

el vacío nos espera.

Escribí esta letra en San Antonio de Areco (Argentina) pensando en el tema de cierre de “El niño de barro”, luego Daniel Melingo escribió otra "El pequeño paria", expresa una oscuridad apabullante. Podeis escuchar el tema de Melingo en la Web oficial de la pelicula.


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DE COMO JUAN CIANCIO SE CONVIRTIÓ EN, “EL NIÑO DE BARRO”.

DE COMO JUAN CIANCIO SE CONVIRTIÓ EN, “EL NIÑO DE BARRO”.

Viernes, primera semana de rodaje. Es de noche y esta preparado el efecto de lluvia. Nos encontramos en una de las calles de San Antonio de Areco, rodando una de las secuencias más duras e impresionantes de “EL niño de barro”, todo el equipo, guarda silencio, parapetado en el interior de los camiones o en las carpas montadas para protegernos de la lluvia y el frío.

Juan Ciancio, mi protagonista de 11 años, aparece acompañado por el equipo de vestuario y maquillaje. Viste con uno de esos pijamas, enteros de época, como los del Western. Cecilia Monti, la jefa de vestuario, me dice que para conseguir el aspecto que necesito, el niño se deberá revolcar en los charcos de la calle, doy e visto bueno con la preocupación de saber lo desagradable que le va a resultar al chaval, a pesar del neopreno térmico que lleva por debajo.

Le transmiten la orden y Juan, sin dudarlo ni un segundo, comienza a revolcarse por el suelo, como si se tratara de un juego en un parque temático.  De pronto se levanta y me grita, con las manos arriba: ¡Jorge! ¡Aquí tienes a “tu niño de barro”!

Walter Rippel, mi director de casting argentino, era el encargado de encontrar al protagonista, tenía que ser un niño, que respondiera a estos planteamientos previos:

MATEO MONTERO (11 años)

Argentino, moreno, delgado, bajito y de aspecto frágil.

Debe expresarse con timidez pero también tiene que ser capaz de tener arrebatos que demuestren un carácter fuerte.

El espectador ha de identificarse con él, pero también debe haber algo en él que nos resulte inquietante. 

Necesito que sea creíble como niño que vive en un barrio obrero, que sobrevive en la calle y que no lo tiene fácil.

Walter chequeo, con este perfil, a unos 150 niños, principalmente actores, pero como no llegaban a encajar, amplió la búsqueda otros 500 pidiendo que tuvieran, al menos, alguna experiencia de teatro escolar.

Sobre ellos hicimos una selección de 10, con los que quise trabajar personalmente. Entre ellos había niños con más de 7 películas y con gran solvencia interpretativa. Tras las primeras sesiones de trabajo, nuestros ojos se dirigieron a Juan Ciancio, un chaval de 11 años, que había participado en el grupo de teatro vecinal, “Catalinas Sur” del barrio de La Boca y que solo había participado en un cortometraje titulado “La familia de Roque”.

Sin embargo, todavía algo no me acababa de cerrar. Pedí un nuevo encuentro y hablamos. Le hice ver lo importante que era para mi esta película y le dije que, si finalmente resultaba elegido, estaría totalmente en sus manos. Le expliqué, el nivel de verdad que necesitaba, todo el tiempo que íbamos a pasar juntos y que creía que en él. Traté de indicarle los aspectos en los que dudaba y los recursos expresivos que necesitaba encontrar.  Quedamos emplazados para tres días más tarde e increíblemente, Juan, había encajado cada uno de los matices que le había propuesto. Exhibía ahora una capacidad actoral comprometida y critica,  que, además, fue capaz de mantener hasta el último día de rodaje.

El pasado mes de diciembre nos volvimos a encontrar y vimos juntos la película, al terminar, Andrea su madre lloraba y Juan me dijo, con ese convencimiento suyo, de niño que trata de parecer maduro, “Está muy bien, mereció la pena trabajar juntos”.

Mientras se alejaba por el pasillo del hotel, me quedé pensando en sus palabras, los dos habíamos cumplido nuestra parte del trato y  eso era lo verdaderamente importante.



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INTENCIONES

INTENCIONES

Lo primero que me interesó de “El niño de barro”, fue el personaje en el que se inspira el guión: Cayetano Santos Godino “El Petiso Orejudo”. Un demente que comenzó sus ataques a los diez años, mató por simple placer a cinco niños, lo intentó con otros siete, fue detenido a los dieciséis y la historia lo ha convertido en leyenda. 

Defendiendo la idea de que los agresores se apoderan, en parte, de la vida de sus victimas, por eso el protagonista de mi película no es Cayetano, sino “el niño de barro”, uno de los menores a los que torturó y que, por su naturaleza especial, quedó “conectado” con él.

Este planteamiento me permite crear un espacio, “las pesadillas”, que utilizo como elemento expresivo y para no tener que mostrar  las escenas más duras de agresión a los menores…  Los sonidos nos hacen imaginar el resto.  

Los habitantes de “El niño de barro” están indefensos ante la desigualdad y la injusticia. En su mundo es creíble la aparición de monstruos que actúan a sus anchas con total impunidad. Ninguna luz señala el final del túnel. 

He buscado la tensión, la angustia y la sorpresa. Sumergir al espectador en una atmósfera desasosegante, en la que se recortan los empeños inútiles de los protagonistas y el vacío adquiere el más elocuente de los significados.  

Mi preocupación por los niños victimas, torturados, utilizados sexualmente… Los convierte en el motivo principal de la película.  

Cuento algo que ocurrió en Buenos Aires en 1912  pero las noticias, que hoy llenan las páginas de los diarios, en cualquier lugar del mundo,  nos demuestran que los motivos para las pesadillas, siguen estando ahí. 

Jorge Algora.

Director de “El niño de barro”



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EL Forense Dr SORIA es Chete Lera

EL Forense Dr SORIA es Chete Lera HORACIO SORIA 

Médico forense policial, que además de su trabajo es un estudioso de las por entonces modernas teorías del psicoanálisis y los estudios de la mente. Es un hombre culto y de aspecto distinguido. De maneras suaves y corteses.

 

Vino de España en donde se formo hace unos 20 años, atraído por la utopía de generar una sociedad diferente en esta tierra prometida que entonces se encontraba en pleno desarrollo.

 

En Argentina se casó con Daniela Slavich, una judía polaca, pero no tiene hijos por problemas de su mujer, quizás por eso mira a los niños con dulzura. Los asesinatos de menores le duelen en el alma y sus dictámenes forenses están afectados por esa sensación, no son fríos y las descripciones están cargadas de compasión.

 

Soria actúa y piensa como el padre que a todos nos gustaría tener, de hecho es como un padre con Petrie. Tiene una visión de la condición humana tolerante y educadora que obtiene de su diaria relación con la muerte.

 

A Soria le gusta fumar en pipa y contempla las cosas con esa parsimonia del que sabe valorar los pequeños detalles: Respira con gusto el aire fresco, acaricia las hojas de su cuaderno de notas, toca su instrumental valorando la complejidad de su diseño, acaricia la cara de Mateo con cuidadosa dulzura.

 

La transformación de SORIA juega a la inversa que la de PETRIE: empieza ligado a MATEO por el interés que para sus estudios tienen las pesadillas del niño y su relación con los asesinatos, llega a pensar en una posible conexión telepática o tal vez un registro que la mente de Mateo no es capaz de asumir. Soria termina fascinado por el caso psiquiátrico de CAYETANO.

 

Soria hace de guía e interprete, representa el punto de vista más actual de la película y con él se deberían identificar la mayoría de espectadores.

 

Es amigo y admirador de José Ingenieros.

Referencia acerca de José Ingenieros: Ingenieros se hizo cargo de la cátedra de Psicología II en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires en 1906; marca un fuerte antecedente en el campo de la psicología en la Argentina: Ingenieros desarrolló una versión particular del positivismo que hacía posible la metafísica, afirmando que es posible reconocer, en toda forma de experiencia, un "residuo experiencial" que no es incognoscible, aunque no tenga un carácter trascendental, este residuo, que resulta accesible al conocimiento y la experiencia humana, es el objeto de una nueva metafísica, distinta a la ciencia positiva; también estudia el comportamiento animal, obteniendo conclusiones que aplica a los humanos. José Ingenieros es uno de los mentores del higienismo en la Argentina de principios del siglo XX, a la vez que un hombre respetado y admirado por sus pares europeos.



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ESTELA es Maribel Verdú

ESTELA es Maribel Verdú

ESTELA MONTERO 

¿DE DONDE VIENE? Es una emigrante española de origen rural que se ha visto obligada a emprender el viaje a la desesperada acuciada por la miseria de su familia, muchos hijos, mucha hambre y ninguna salida.

Estela se ha querido sacar del medio para evitar problemas a sus padres mayores y demostrar a todos de lo que es capaz.

Posiblemente también se ha dejado embaucar por las historias de emigrantes que volvían millonarios de Argentina.

Al emprender el viaje sabe que tendrá que enfrentarse a muchos peligros, pero se considera fuerte y capaz de superarlos.

 ¿Cómo consigue esta chica de apenas 20 años su pasaje para Buenos Aires?

El traslado hasta Cádiz, de donde salen los barcos, pudo ser medianamente fácil, el carro de algún comerciante conocido en el pueblo, le conduce hasta Madrid, desde allí un amigo del primero le permite acomodarse entre la carga de un tren de mercancías, hasta Sevilla y aunque pretende cobrarse el favor, Estela logra sin mucho apuro escurrir el bulto. Ya en Cádiz, la puerta del Atlántico, sin dinero y teniendo que hacer frente al pago de un pasaje desorbitado para sus posibilidades pero con la voluntad firme de lograr su objetivo entra a trabajar en una taberna con fonda, en la que además de limpiar, atender mesas y aguantar los borrachos, debe hacer algunos favores extras, tragándose su orgullo y su moral. Así pasa aproximadamente un año, hasta conseguir el dinero del pasaje. La información de un conocido le permite encontrar un pasaje en mejores condiciones, que le hace pensar que su suerte puede llegar a cambiar.

El largo viaje, las tormentas y las desgracias que debe observar durante la travesía le hacen le hacen entender que el viaje que ha emprendido será de difícil retorno.

 EL DESTINO

Su llegada a la gran ciudad de Buenos Aires, no es como ella había soñado, unas fiebres la mantienen retenida en el hospital para emigrantes, durante casi un mes. Allí establece contacto con una organización de emigrantes gallegos, le ofrecen un trabajo de costurera en una fábrica de pantalones.

El trabajo en la fábrica es duro y mal pagado, pero le permite sobrevivir y albergar alguna ilusión sobre su futuro.

La propia empresa le da un alojamiento en unos barracones cercanos, solo para mujeres.

Algún domingo se ha acercado, en tranvía, al centro de la ciudad y ha quedado deslumbrada por el lujo de las construcciones, por el nivel de vida que se observa tras los cristales de los cafés, por la elegancia de los personajes que ha visto subirse a los coches, también ha comprendido que esos son mundos cerrados e inaccesibles.

 UNA MATERNIDAD NO DESEADA

Un encargado de la fabrica empieza a pretenderla, ella ha escuchado a otras compañeras que es un fresco, que solo “busca” la que “busca”… al principio le esquiva, para después albergar dudas sobre sus propósitos y acabar cediendo.

Primero es una tarde en los sotanos, luego comienzan los paseos hasta los barracones, con escarceos en los descampados. Las amigas lo comentan y le advierten pero ella prefiere pensar que se trata de envidia, al final todo acaba en un embarazo y con Estela despedida de la fábrica.

Comienza el caos, nadie da trabajo a una mujer embarazada, con el poco dinero ahorrado comparte el cuarto de un conventillo con otros indigentes, le proponen abortar, comprarle el niño, Estela entra en una crisis que le obliga a enfrentar la vida por el lado más duro, se compromete con unos judíos que ofrecen la prostitución a cambio de un lugar y los servicios médicos para tener a su hijo.

El nacimiento de Mateo es una recompensa a sus penurias, Estela a estas alturas ha sufrido tanto, que aprovecha los pocos momentos de alegría y trata de olvidar el resto, aún así mantiene una entereza que llama la atención, Mateo le ha descubierto un objetivo real para poder enfrentarse a su vida.

Los proxenetas judíos cumplen su palabra, a los cinco años, la liberan de sus compromisos y Estela, con el dinero ahorrado de las propinas, consigue un cuarto en un humilde barrio del arrabal y gracias a su antiguo oficio de pantalonera y comienza a trabajar de costurera para algunas tiendas.

 LA NOCHE TRAGICA

Mateo tiene 6 años, son las fiestas del barrio y Estela lo lleva para que se monte en las atracciones, Mateo sube por primera vez a un tiovivo y se le ve feliz.

Madre e hijo bailan al son de la orquestilla, un vecino del conventillo se acerca a Estela y le invita a bailar, ella acepta y le ordena a Mateo que no se mueva del sitio. Aunque Estela no le quita el ojo de encima, en un instante el niño desaparece, ha Estela le da un vuelco el corazón, con ayuda de los vecinos comienza a buscar a Mateo pero no aparece.

 

Esa fue la noche mas dura de su vida, alguien le dice que un policía ha encontrado el cuerpo de un niño en un solar en construcción. Loca, se encamina al hospital para menores de San Roque, allí encuentra a Mateo, aún con vida, pero con un tremendo golpe en la cara y otras heridas por todo el cuerpo. Un policía se acerca a ella y tras identificarla como la madre del niño, le cuenta que haciendo su ronda por las calles, vio como alguien atacaba al pequeño en un descampado, le dio el alto pero el atacante huyó y la oscuridad de la noche le impidió identificarlo, cogió al niño en brazos y lo llevó al hospital, Estela agradeció su acción al policía con un abrazo,  se movida por su desesperación.

 ESTELA Y OCTAVIO

Paso el tiempo y Mateo fue recuperándose, Estela siguió recibiendo visitas del policía, Octavio, al principio interesándose por la recuperación de Mateo, luego mostrándose perdidamente enamorado de Estela, ella mitad agradecimiento y mitad indiferencia fue admitiendo la relación.

Al cabo del tiempo y aprovechando que dejaban unas piezas libres en la casa donde vivía Octavio todos se trasladaron al barrio del policía, un barrio humilde pero una casa mejor y más amplia.

Aunque la vida parecía volverse más dulce, desde la noche del ataque a Mateo Estela no volvió a sonreír.

Mateo aunque parecía recuperado, a consecuencia del golpe en la cabeza tenia dolores, sufría terribles pesadillas que no le dejaban dormir y en ocasiones le daban convulsiones a las que nadie sabía poner remedio.

Entre los nueve y los once años de Mateo hubo un periodo de calma, Mateo seguía con los dolores de cabeza pero no sufría pesadillas, ni ataques.

La relación entre Estela y Octavio se fue consolidando, pero por parte de Octavio perdido alguna intensidad, ciertas noches se emborracha y no llega a casa, Estela sabia que se había ido de putas con los amigos, pero ella lo hacia como si no se enteraba, su intención era y es intentar que Octavio formalice su relación, principalmente por darle a Mateo un apellido y mayor estabilidad.

 

Estela sabe que Octavio, la sigue queriendo y deseando pero es demasiado primitivo y bruto como para que ella le corresponda al cien por cien, además tiene claro que a pesar de sus esfuerzos para mejorar la relación, Octavio y Mateo, no se quieren, ni encajan, aunque ella nunca se da por vencida.

 

Nuestra película comienza en este momento.

Las pesadillas y los ataques, no se sabe bien por que, han regresado.

Estela vuelve a mortificarse con el pasado y Octavio no esta dispuesto a que su tranquilidad se vea afectada.

La madre volverá a pelearse con uñas y dientes por lo único que a estas alturas le interesa y quiere: Su hijo.

 

 PETRIE

La irrupción de Petrie en la vida de Estela tiene distintos planos, por un lado nota en él la lujuria, la misoginia y las dudas. Estela conoce muy bien a los hombres y aunque es consciente de que ha perdido cierto brillo de mujer deseada, controla perfectamente las armas para controlar a los hombres que desean.

 

Para Estela Petrie también representa aquel mundo idealizado de los escaparates y hombres elegantes que veía los domingos en sus fugaces visitas al centro de la ciudad, recién llegada a la ciudad de Buenos Aires. Estela sabe que Petrie es inaccesible pero también sabe que es el único que puede ayudarla en este momento.



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MATEO es Juan Ciancio

MATEO es Juan Ciancio

¿Cómo es MATEO? 

Es un niño normal, adora a su madre, le gustaría tener un hermanito o si no un perro. Tiene una buena pandilla de amigos y le gusta su barrio que está en el borde de la ciudad y le permite ir a sitios muy distintos, ver pájaros y hacer carreras que es una de sus principales aficiones.

Le gusta hacer dibujos con un palo sobre la tierra y sobre todo intenta dibujar pájaros. En su cuarto juega con plumas imaginando como pueden volar los pájaros. También juega bien a las cartas, le enseño su madre con la baraja española, cuando estuvo varios meses en la cama después del ataque que sufrió cuando tenía 5 años.

Aquel ataque, es su principal problema, muchas veces ha tratado de recordar como fue, intentar encontrar algo que le permita identificar al atacante pero es inútil, únicamente como actos incontrolados, Mateo se traslada al espacio en el que sufrió la pesadilla, la feria y allí ve a niños que son atacados pero nunca logra ver al que ataca. La sensación de las pesadillas es tan fuerte que él no es consciente de lo que hace, a veces está dormido y cuando recupera la conciencia está en la calle o en el campo, el sabe que no está implicado en los crímenes, pero tampoco sabe porque es el único que ve esas cosas.

Esta situación, que hasta ahora era su secreto y que ahora se va desvelando, a él no le gusta porque le da mucho miedo. Por un lado ver a los nenes muriendo le provoca mucha angustia y por otro piensa que él puede ser de nuevo atacado. Además piensa que esas pesadillas le hacen diferente y él quiere ser como los demás.

Mateo odia a Octavio, porque está con su madre y porque cree que a ella no le gusta, piensa que estarían mejor solos.

Mateo se va enfermando, es como si tuviera fiebre, le faltan las fuerzas y le cuesta moverse y reaccionar pero lucha para seguir a delante porque cree que es útil para la policía, le gusta Petrie y cree que a su madre también.



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LA MIRADA DEL MAL

LA MIRADA DEL MAL

Cruce la mirada con aquel hombre y sentí un escalofrío, había algo turbio, oculto e intencionado en aquellos ojos. 

Fue entonces cuando me pare a pensar ¿Cuanta gente recorre las calles de nuestras ciudades con intenciones negras?

No me refiero solo a los miles de personas que tratan de estafarte o aprovecharse de las debilidades para conseguir unos mangos, sino a los que están dispuestos a irrumpir en la vida de los otros sin importarles las heridas que provoquen.

 

Lo triste es que día a día se encuentra respuesta a esa pregunta en los periódicos, en las conversaciones con los amigos y a partir de ahí se multiplica a escala mundial.

 

El mal está tan próximo a nuestras vidas que no necesitamos componerlo con efectos digitales para que exhiba toda su fuerza.

Es más a veces pienso que esas filigranas lo que hacen es provocar un efecto de atracción hacia el lado oscuro, como si las únicas sensaciones vitales fueran las violentas.



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RODANDO EN ARGENTINA

RODANDO EN ARGENTINA

En el 2003, la economía Argentina parecía haber tocado fondo, una lamentable política económica había encerrado las ilusiones de ese gran pueblo en “el corralito”.  Por aquellos días, un argentino me hizo llegar un guión que se titulaba “El niño de barro”, la historia que contaba, me dejó tan impresionado que poco tiempo después estaba aterrizando en el aeropuerto de Ezeiza para comenzar una aventura cinematográfica que hoy esta a punto de concluir.

La ambientación de la película es 1912, una época en la que Buenos Aires era la Meca del mundo y a ella llegaban millones de emigrantes buscando un futuro mejor pero como la historia se repite, aquel viaje para muchos se convertiría en un infierno. Y eso es lo que le pasó a la protagonista de nuestra película, Estela Montero (Maribel Verdú), una gallega que tuvo que emigrar, que allí se quedó embarazada y que durante la película se verá obligada a luchar desesperadamente por la vida de su hijo, Mateo (Juan Ciancio), un niño diferente. 

Pol-Ka (El hijo de la novia, Luna de Avellaneda), la productora Argentina de “El niño de barro” se encuentra en el barrio de “Palermo Hollywood” una zona residencial de la ciudad en donde abundan las productoras de cine y televisión, desde ese lugar privilegiado fuimos haciendo realidad esta película que sobre el papel parecía imposible. 

En el mes de Abril de este año viajamos desde Galicia a Buenos aires un equipo compuesto por la productora ejecutiva, Susana Maceiras, el director (Jorge Algora), el director de fotografía (Suso Bello) y el ayudante de dirección (Hector Carré), desde Cataluña nos acompañó el director de producción Eduard Vallés. En Argentina nos encontramos con el equipo más numeroso con el que habíamos trabajado, a pesar de que todos tenemos una experiencia de más de veinte años en el medio audiovisual, más de doscientas personas trabajando en los diferentes departamentos (Arte, vestuario, producción, dirección, FX…) en aquellos momentos fui verdaderamente consciente de la película y de la responsabilidad que tenia entre las manos: Encajar un plan de rodaje difícil con los férreos sistemas de los sindicatos argentinos, la selección de 35 actores, diseñar íntegramente un vestuario de época para los actores principales y disponer de más de 1000 figurantes… Los frentes que se iban abriendo parecían no agotarse nunca. 

Uno de los grandes retos era construir una feria de época en la que funcionara un tiovivo tirado por un caballo real, me había documentado y sabia que en 1900 las calesitas eran así, pero parecía ser el único que tenia ese dato, la fortuna se puso de mi parte, ya que por aquellos días, coincidiendo con la gran  Feria del Libro que se celebra en la ciudad en el mes de mayo, se presentaba un libro titulado “La historia de las calesitas en Buenos Aires”, el libro no mostraba ninguna imagen que demostrara mi teoría pero durante la presentación conocimos a un calesitero de noventa años que la confirmó, pero también nos dijo que ya no existía ninguna calesita de aquellas y construir algo parecido se hacia económicamente complicado… Ya estaba apunto de empezar a buscar otras opciones, cuando en La Plata, una ciudad a 100 Km de la Capital, nos informaron que podía haber una. Fuimos a verla y allí estaba, la última calesita del mundo con una calle central para que un caballo real, de los grandes, pudiera mover aquellos centenarios caballitos de madera.

Otra de las dificultades de “El niño de barro” es que parte de las acciones se desarrollan en las calles del arrabal porteño y cuando digo calles no estoy hablando de frontales de edificios, sino de edificios a ambos lados, por los que circulan autos y carretas y existe vida comercial. En la película se describen 14 calles de diferente nivel social. Este reto si que parecía insalvable, Buenos Aires es una ciudad que tiene rincones que representan cualquier arquitectura desde el siglo XIX hasta hoy, pero el desorden urbanístico de los últimos decenios hace imposible encontrar calles del 1900 y menos tantas.

Después de dar mil vueltas y con el desesperado pensamiento de que la película no se podría rodar en esa ciudad rebelde y caótica, un domingo el director de producción y yo agarramos un “remix” (coche con conductor) y nos fuimos a San Antonio de Areco la “Cuna de la tradición gauchesca” como se lee en un cartel a la entrada de la localidad, y allí se estaban aquellas calles del Buenos Aires del 1900, tal y como las había visto en mis visitas de documentación al extenso archivo fotográfico del Museo de la Nación.

Otro pequeño inconveniente era que en la película aparecen muchos niños, niños que juegan, que corren… pero también que son acosados sexualmente y que mueren. Si se trata de una película bastante dura, pero también apasiónate y diferente. Pienso que los argentinos están dotados para la interpretación desde que nacen y por eso fui capaz de encontrar, con la ayuda de mi director de casting Walter Rippel un elenco de nueve niños actores entre los 20 meses a los 16 años, que así lo demuestran. La producción articuló medidas para que los menores estuvieran especialmente cuidados: psicólogos, maestros, expertos en juego dramático, dobles de acción… Hay que decir, en honor a la verdad que en esta película, aunque no lo parezca, no se ha hecho sufrir a los niños, ni a los animales, otra cosa será la tensión que sufran en sus butacas los espectadores.

Los días y las noches de rodaje fueron largos, agotadores y muchos de ellos fríos, ya que la película se rodó en pleno invierno, aún así, muchos piensan que nos hemos salvado y lo cierto es que en algunos días de rodaje en el mes de Julio, el equivalente aquí al mes de Diciembre, algunos miembros del equipo trabajaban en “remera” (camiseta de manga corta). Confirmando lo que dicen por allí y por aquí que el tiempo se está volviendo loco. 

El caso es que después de cinco meses en La Argentina (Con negociación de permiso de trabajo incluido), “El niño” había nacido y estaba fuerte y sano. 

No me quiero extender con los detalles de un cierre de rodaje emocionantemente calido, solo deciros que en el ambiente se percibía la sensación de que entre todos habíamos echo algo grande. Tal vez lo único que podría haberse cargado este rodaje es que la selección de Argentina hubiera llegado a la final contra España en los Mundiales de fútbol, eso si hubiese sido insalvable porque os puedo asegurar que por aquellas tierras, el fútbol es más que una religión.



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